Los buenos hábitos son importantes. Nos ayudan a afrontar las necesidades de nuestro día a día con eficacia y facilidad. Trabajar cada día en desarrollar buenos hábitos para convertirlos en rutinas duraderas puede ayudarte a conseguir cosas increíbles.
Entonces, ¿por qué es tan difícil adoptar buenos hábitos? Hay varias explicaciones y, lamentablemente, la mayoría son puros mitos. Cuando tratas de crear una nueva rutina, es importante ser capaz de obviar estos mitos inútiles para establecer prácticas sólidas.
Mito: Necesitas X días para crear un hábito
La “regla de los 21 días” es un ejemplo estupendo de un axioma comúnmente aceptado que no tiene ningún fundamento. Se suele decir que se necesitan 21 días de práctica para crear un hábito, aunque el número exacto varía según quién lo dice y a menudo oscila entre 28 y 60 días. Ese es un buen indicio de que la información es sospechosa.
Es probable que este mito se haya iniciado con una mala interpretación del Dr. Maxwell Maltz, quien realizó una extensa investigación sobre la autoimagen. No descubrió que la creación de buenos hábitos estuviese ligada a ningún plazo concreto, pero aún así la gente le atribuye esta idea.
La regla de los 21 días es sencilla y fácil de recordar y desde luego poner en práctica un hábito que merezca la pena cada día durante tres semanas puede ayudar. Pero el hecho es que cada uno creamos nuevos hábitos en nuestros propios tempos y por nuestras propias razones. En lugar de fijarte un plazo concreto, busca formas de mantener un hábito a diario y adáptalo a tus propias necesidades. Verás que el tiempo que tardes en adquirirlo vendrá por sí solo.
Consejo práctico: Independientemente de cómo crees mejores hábitos, puedes usar Tareas de Evernote para ayudarte a cumplir tu nuevo objetivo: incluida la fijación de fechas de finalización, prioridades y recordatorios.
Mito: ¡Si pierdes un día todo tu plan se puede ir al traste!
A la hora de crear hábitos saludables la práctica regular es mucho más importante que un calendario o plazo fijos. Cuanto más puedas practicarlo, más fácil te resultará mantenerlo, hasta que se convierta en una parte arraigada de tu rutina habitual. Pero esto ha dado lugar a otro mito: si por algún motivo pierdes algún que otro día, todo tu plan se irá al traste. Esto sencillamente no es cierto.
Esto a veces se conoce como el método “No rompas la cadena”: se supone que debes dedicar al menos X tiempo cada día a tu nuevo hábito. A menudo se le atribuye a Jerry Seinfeld, pero también se relaciona con otras personas famosas.
La clave está en la constancia. Si se aplican de manera incongruente, los hábitos se vuelven muy difíciles de seguir. Pero el descanso y la recuperación son igual de importantes; si te obligas a realizar una actividad a pesar de estar agotado o sobrecargado a nivel mental, puedes terminar agotado. No te machaques si no lo has puesto en práctica un día o si necesitas descansar. Simplemente realiza un seguimiento de la frecuencia con la que lo haces y aplica los datos cuando trabajes para ganar consistencia.
Consejo práctico: La plantilla Seguimiento de hábitos de Evernote es una forma estupenda de ayudarte a llevar un seguimiento de tu constancia y progresos, y a hacer descansos de tu hábito cuando lo necesites. De esta manera podrás fijar tu propio ritmo y mantener tu rutina sin agotarte.
Mito: Todos los nuevos hábitos deben convertirse en algo más grande
Las metas son importantes, sobre todo a la hora de crear hábitos. Pero te vamos a contar un secreto: un hábito es una práctica, no un logro.
Un buen hábito no termina en cuanto alcanzas una meta. Es un proceso continuo. No lleva a ningún gran final; hallarás los beneficios durante en el propio viaje.
Los objetivos pueden ayudar, pero no los conviertas en tu objetivo final. En su lugar, ponte metas más pequeñas que puedan ayudarte a marcar el progreso. ¿Qué pasos tendrás que dar cada día? ¿Qué significa practicar tu hábito con éxito? ¿Qué tipo de hitos vas a usar para marcar tu progreso? Responde estas preguntas de la manera más práctica posible e incorpóralas a tus esfuerzos.
Consejo práctico. Fragmentar la formación de hábitos es una forma excelente de trabajar para conseguirlos paso a paso. Utiliza la plantilla Diario para anotar tus pasos y fijar plazos para completarlos. De esa manera sabrás lo que necesitas conseguir cada día y por qué.
Mito: Debes reemplazar los viejos hábitos por otros nuevos
La gente a menudo piensa que desarrollar un buen hábito empieza por identificar y eliminar otro malo. Por ejemplo, si quieres adoptar mejores hábitos alimentarios podrías pensar que lo primero que debes hacer es dejar de ir a comer a restaurantes de comida rápida cada día.
No hay duda de que sería una medida útil, pero ambas cosas no están necesariamente relacionadas. Puedes dejar de comer comida rápida a la hora del almuerzo, pero si no mejoras tus hábitos alimentarios, no se producirá necesariamente una mejora. No relaciones ambos en tu cabeza, ni asumas que comenzar un buen hábito significa reemplazar otro anterior. Simplemente empiézalo y aborda y supera los malos hábitos porque quieres.
El mejor momento para empezar es ahora
Comenzar un nuevo hábito es exponencialmente más difícil si no cuentas con un plan y un sistema para medirlo en términos prácticos. Si dispones de un sistema, te resultará mucho más fácil, no para crear hábitos desde el principio, sino también para contar con una colchoneta si resbalas. Olvídate de los mitos y busca mejores formas de crear hábitos saludables. Una buena planificación y la práctica habitual te ayudarán a conseguirlo.