Productividad

3 hábitos que no sabías que están mermando tu productividad personal

La productividad personal, independientemente del tipo de vida que lleves, es una habilidad vital, pero en este mundo moderno, te puedes distraer con tan solo encender el ordenador. El carácter cambiante de los modelos de trabajo ha empeorado aún más este problema ya que cada vez son más las empresas que apuestan por el teletrabajo. Ahora la vida laboral y la personal están más entrelazadas que nunca, lo que hace que no nos resulte fácil concentrarnos al 100 % en ninguna de las dos.

Romper con un hábito es muy difícil. El primer paso para conseguirlo es reconocer tus rasgos improductivos y trabajar con firmeza en corregirlos. Si crees que no eres tan productivo como podrías serlo y quieres mejorar tu eficiencia diaria, empieza por analizar tus rutinas, buenas y malas, y pregúntate si merman tu potencial. A continuación, te indicamos tres hábitos improductivos en los que podrías haber caído sin siquiera darte cuenta:

1. Multitarea frente a cambiar de una tarea a otra

No tiene nada de malo hacer varias cosas a la vez. De hecho, hay personas a las que les sirve para mejorar su productividad personal. Pero para conseguir un buen resultado con un enfoque multitarea, primero hay que tener claro cuándo se está adoptando ese enfoque.

Tienes que ser capaz de distinguir claramente entre la multitarea real y “cambiar de una tarea a otra.” Normalmente la multitarea implica una tarea que no requiere mucha atención o que es repetitiva, como tejer un jersey mientras se ve la televisión. También puede implicar cambiar de tarea brevemente cuando una se estanca. Por ejemplo, dejar de escribir para poner una lavadora con el fin de despejar la mente.

En cambio, cambiar de una tarea a otra implica tratar de hacer dos cosas a la vez, como leer un libro y mantener una conversación telefónica al mismo tiempo. Si cambias rápidamente tu atención de un tema a otro cansarás la mente. Se ha  documentado científicamente que así se tarda más en completar cada tarea y se cometen más errores que cuando nos centramos en las tareas una por una.

Cuanto menos cambies de una tarea a otra y más te centres en una sola, o en una multitarea más productiva, ¡mejor!

Consejo práctico: Para no cambiar de una tarea a otra y aumentar así tu productividad personal, te vendrá muy bien elaborar una lista de tareas pendientes. Pero tendrá que ser una lista bien organizada, o podría llevarte rápidamente a una falta de priorización y a una sobrecarga. Utiliza  Tareas de Evernote para crear notas y listas de tareas detalladas, establecer recordatorios, y marcar tareas críticas.

2. Tratar de recordarlo todo

Hasta el cerebro mejor organizado se confunde a veces. Confiar al 100 % en tu memoria, sobre todo cuando tienes muchas cosas que hacer, es como jugar con fuego si lo que intentas es ser productivo. Cuantas más cosas tratamos de recordar, más riesgo hay de que olvidemos las más importantes.

Cuando queremos abarcar demasiadas cosas –sobre todo, datos como las horas, las fechas o los horarios-, se nos puede pasar por alto una gran cantidad de información importante. El estrés resultante de empeñarse en recordar demasiados detalles no hace sino agravar el problema, lo que se traduce en una mayor frustración y una pérdida natural de productividad personal.

Consejo práctico: En lugar de intentar recordarlo todo, centraliza todos tus datos y cifras en  un “segundo cerebro” central en tu dispositivo con Evernote. Todas las notas de Evernote se guardan en un solo lugar y puedes conectarlas con otras aplicaciones que usas en tu día a día. Capturando tus pensamientos y archivándolos rápidamente, liberarás tu mente y podrás centrarte en cosas más importantes.

3. No implementar un sistema

Para maximizar tu productividad personal, te resultará útil pensar en tu vida como en un sistema. Cada aspecto de tu vida interactúa con los demás: por ejemplo, trabajas para ganar dinero, que luego inviertes para hacer compras en tu vida personal. Si quieres que tu trabajo sea productivo, tienes que armonizar todos esos componentes.

Aplicar a la vida este enfoque de “pensamiento sistémico” equivale a desglosar esos componentes y analizar cómo pueden interactuar. Si vas al gimnasio dos veces a la semana y al supermercado también dos veces a la semana, trata de combinar las dos cosas pasándote por la tienda de camino a casa al salir del gimnasio, en lugar de hacer cada tarea en días distintos. De esa manera ahorrarás tiempo, esfuerzo y gastos de desplazamiento.

Organizar tus tareas y tu vida de manera sistémica a una escala integral es el primer paso hacia la productividad. Crear un centro estructurado de listas, planes, calendarios y recordatorios en Evernote te ayudará a identificar áreas en las que simplificar y sincronizar tu vida diaria.

La clave de la productividad personal

La productividad personal consiste en cultivar buenos hábitos y poner fin a los malos, y eso, como siempre, depende de cada uno. Tanto da que utilices sistemas complicados como un simple conjunto de aplicaciones: de nada te servirán si no eres capaz de abordar los hábitos que perjudican a tu productividad. A menos que identifiques tus propias tendencias contraproducentes, terminarás repitiendo los mismos errores.

Evernote no solo agiliza y simplifica los horarios, recordatorios y calendarios; también te ayuda a identificar y romper con los malos hábitos, y  a crear y mantener los buenos. Juntos, podéis poner fin a las distracciones y concentraros en desarrollar un estilo de vida mejor y más productivo.

Organiza tu trabajo y pon orden en tu vida con Evernote.

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