Hasta no hace mucho, el teletrabajo se consideraba una opción poco habitual para un empleado o contratista. Esto ha dejado de ser así. Un número significativo de trabajadores estadounidenses (el 37 por ciento, según algunas estimaciones) cumplen con sus obligaciones laborales fuera de una oficina. Pero, ¿cómo es posible trabajar desde casa y ser productivo con tantas distracciones y tentaciones? Tu actitud y tu entorno son tan importantes como una buena autodisciplina chapada a la antigua para que teletrabajar sea todo un éxito.
Los estudios demuestran que la productividad no suele ser un problema para la mayoría de los trabajadores que teletrabajan. El informe U.S. News & World Report constató que los teletrabajadores tienden a ser productivos incluso cuando están enfermos, y generalmente trabajan de cinco a siete horas más a la semana que sus compañeros de la oficina.
Aun así, hay momentos en que incluso los más bien intencionados podrían dejar de lado, sin querer, a sus compañeros de trabajo u olvidar por una tarde que “teletrabajar” no significa “no seguir el horario”. A continuación, mostramos los métodos de algunos teletrabajadores con éxito.
“Ir” a trabajar: simbólicamente, es eficaz
Una de las mayores ventajas de trabajar solo en casa es que los límites quedan muy difuminados. Puedes ir en pijama todo el día, poner la tele para que te haga compañía, preparar desayunos de trabajo para ti y tu gato, por solo nombrar algunos. Empezar la jornada laboral debería significar algo más que empujar a un lado el tazón de cereales. Es posible que tu mentalidad afecte tu rendimiento laboral y, en última instancia, y tu opinión acerca de tu responsabilidad.
Aunque no todos tenemos una habitación adicional que podamos utilizar como oficina en nuestras casas, contar con un espacio de trabajo exclusivo que cumpla este fin te ayudará a poder centrarte. Trabajar en una casa caótica llena de adolescentes o niños, o a dos pasos de un fregadero lleno de platos sucios son distracciones que no te ayudarán. Algunos teletrabajadores se duchan y se visten como si se fueran a la oficina y se dirigen a su despacho o habitación de invitados. Otros se sientan a un extremo de la mesa del comedor, que utilizan solo durante las horas de trabajo.
“Creo firmemente en tener una oficina tiene separada de tu espacio vital, aunque no todos pueden hacerlo”, dice Julie Francis, fundadora de investigación y estrategia UX de BellaVia Research. Francis lleva trabajando en casa desde hace más de una década. “En el momento en que entro en mi oficina, me pongo en modo de trabajo. No hay transición”.
Si no puedes crear un espacio físico solo para ti y tu portátil, al menos puedes hacerlo mentalmente. Invierte en unos buenos auriculares con cancelación de ruido, si eso te ayuda a aislarte del mundo exterior. Olvídate de los platos hasta que hayas alcanzado el objetivo del proyecto. Dile a tus hijos que llamen a tu puerta a su propia cuenta y riesgo. Tu política personal de “no molestar” puede ser la única forma de considerar tu oficina de casa como una “verdadera” oficina. Si prepararte para el día a día no es más que ducharte y ponerte el “pijama de día”, eso es cosa tuya.
Marca tu ritmo: sprint o maratón
¿Qué te mantiene activo? Para tener éxito, debes ser sincero respecto a lo que te hace ser productivo y trabajar con tu estilo, no en contra de él. ¿Eres un velocista o un maratonista?
El velocista:
– Trabaja durante períodos de tiempo cortos e intensos y completa grandes partes del trabajo.
– Necesita pequeños descansos de vez en cuando para recuperar el aliento.
– Podría necesitar mini-descansos de cinco minutos cada hora.
El maratonista:
– Le gusta estar centrado durante más tiempo antes de descansar.
– Trabaja mejor en bloques de tiempo largos e ininterrumpidos para entrar en materia
Algunas personas son una mezcla de ambos: trabajan largos períodos de tiempo por las mañanas, y en bloques cortos durante toda la tarde. No hay una forma correcta o incorrecto, de modo que trabaja a tu propio ritmo. Si eres un velocista, divide tus proyectos más grandes en segmentos más pequeños para que tu día sea mucho más agradable y efectivo.
Flexibilidad: ser flexible te ayuda a resistir
Muchos empleados de alta intensidad son capaces cumplir todas sus obligaciones en el plazo establecido gracias a tener un horario flexible. “Trabajo desde casa tres días a la semana y puedo mantener mi trabajo y casa separados, a pesar de tener una niña de seis años que requiere toda mi atención cuando llega del colegio”, dice Beth Faris, Gerente ejecutivo de marketing de O’Reilly Media. “Sin embargo, puedo seguir trabajando un rato más cuando se va a dormir”. Mantener horarios flexibles, incluso a tiempo parcial, puede ser una forma de mantener un cierto equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Muchos teletrabajadores están pegados a su espacio de trabajo todo el día, incluso cuando pueden descansar. Si estás teletrabajando y puedes realizar otras actividades durante ese horario flexible, mucho mejor. Reserva la hora de comer para ir al gimnasio o trabajar en tu próximo superventas. ¿Puedes convocar reuniones que no sean muy importantes mientras paseas al perro (con el teléfono en silencio, por supuesto) o cuando corres en la cinta? ¿Qué puedes hacer para que la flexibilidad laboral te funcione?
Misión posible: céntrate incluso cuando no estés en tu escritorio
Tanto si sales del trabajo durante el día o trabajas incontables horas, tienes que encontrar la manera de centrarte. “Es necesario salir de casa”, dice la escritora y editora Sandra Miller. “Tienes que hacer un poco de todo para no agobiarte. Sal a las tiendas cercanas a comprarte algo de comer, pero no vayas a la librería que hay a la vuelta de la esquina. Toma un café con algún amigo, pero no descuides la hora. Si sigues en horario laboral, las salidas deberían tener algún tipo de objetivo, y tus objetivos deberían tener límites de tiempo”.Sin embargo, partir el día no le funciona a todo el mundo. “No hago recados durante las horas de trabajo”, dice la coordinadora de ventas Lauri Lerner. “No quiero que mi jornada laboral se amplíe a 12 o 14 horas. Me concentro en el trabajo durante mis ocho, nueve o diez horas, y ya después salgo a hacer recados”.
Olvídate de las tareas múltiples: no hagas más por el mero hecho de hacer más
La “multitarea” ha sido durante mucho tiempo un concepto corporativo de moda, como si fuera el estado ideal para alcanzar la productividad máxima. Pero según la asociación americana de psicología, hacer más de una tarea a la vez afecta la productividad. No todos estamos diseñados para hacer varias tareas al mismo tiempo. Algunos teletrabajadores prefieren limitar la frecuencia con la que leen sus correos electrónicos entrantes a una vez cada hora, en lugar de leer cada mensaje según llega.
La comunicación es clave: comunícate de manera rápida y frecuente
Aunque puede ser frustrante admitirlo, si no te ven, corres el riesgo de que crean que no estás disponible. Depende de ti enseñar al resto que llevas tus tareas a rajatabla y que vas a cumplir los plazos.
“La comunicación es clave para mí”, comenta la teletrabajadora periódica Martha Garcia, asistente ejecutiva de Logitech. “Cuando teletrabajo hago que me vean y estoy accesible en todo momento. Me aseguro de responder enseguida cuando alguien me necesita, incluso aunque no esté en la oficina de mi casa”.
“Mantén reuniones por vídeo en lugar de reuniones telefónicas tan a menudo como puedas”, sugiere Francis. “Por mucho que todos odiemos estar delante de una cámara web, realmente ayuda a que las reuniones sean más eficientes”. Si utilizas Slack, Google Hangouts o cualquier otro tipo de herramienta de chat, asegúrate de que tu estado esté actualizado para indicar tu disponibilidad. Si te desconectas, escribe en tu estado cuándo volverás a estar disponible. Si solo necesitas tiempo para centrarte, dilo en tu mensaje, no solo digas que estás fuera, de lo contrario transmitirás el mensaje equivocado.
Objetivos y resultados: Sé tu propio jefe
En última instancia, teletrabajar es mejor si tienes disciplina. Francis cree firmemente en lo que ella llama “la regla de oro de la procrastinación”. “Haz siempre lo que menos te apetece de tu lista de tareas. A menudo es lo más difícil, y cuando te lo has quitado de encima, supone un gran alivio”.
Haz siempre lo que menos te apetece hacer de tu lista de tareas. –Julie Francis
El éxito que tengas siempre dependerá de lo bien que tú y tu empresa gestionéis el hecho de que estés físicamente ausente. “Trabajo en una empresa muy flexible que fomenta el teletrabajo”, dice García. “Usamos el teléfono, el correo electrónico, los mensajes de texto y Hangouts de Google, por lo que literalmente podemos trabajar desde cualquier lugar siempre que tengamos acceso a Internet y a un teléfono. No todas las empresas son así, por lo que considero que es mucho más fácil ser un teletrabajador efectivo si la empresa ofrece a sus empleados la flexibilidad y las herramientas para serlo”.
Este artículo se publicó originalmente el 7 de julio de 2017 en el blog de Evernote.